El Semáforo eléctrico cumple 101 años
El semáforo eléctrico celebró el pasado 5 de agosto su 101º aniversario, ya que fue en 1914 cuando se instaló en Cleveland (Ohio) para evitar los constantes choques entre automóviles y carruajes, o los accidentes que involucraban a peatones.
La llegada de la producción en cadena de Henry Ford en 1908 permitió lanzar al mercado un producto con un precio más competitivo. El Ford Modelo T rápidamente tomó las calles y consiguió hacerse con más del 50 por ciento de la producción mundial.
Ante esta situación Reino Unido intentó regular el tráfico mediante un sistema de lámparas de gas y de sonidos. El antecesor del semáforo eléctrico se instaló frente al Parlamento británico y a los dos meses del inicio de su funcionamiento explotó, acabando con la vida del agente que lo controlaba.
Tras el de Londres aparecieron otros modelos que fueron descartados con la llegada del semáforo eléctrico, que se situó entre la avenida Euclid y la calle 105 Este en Cleveland.
Este tenía dos luces y el cambio de una a otra se indicaba con un zumbido que en 1920 se suprimió, dando paso a la luz ámbar que aún hoy encontramos en nuestros semáforos. No fue hasta 1923 cuando el invento recaló en Europa. La primera ciudad en instalar las señales luminosas fue Berlín. Situado en Postdamer Platz, se encargaba de regular una intersección de cinco vías.
Desde entonces hemos visto como una de las señales viales más importantes ha ido modernizándose. En Palma de Mallorca tenemos un ejemplo de ello, ya que es la primera ciudad española en tener un mando distancia que permite a las personas invidentes accionar el semáforo. En Argentina, una de los países con más semáforos del planeta, se encuentra el primero cuya fuente de alimentación es la energía solar.