Consejos para aparcar tu coche
Y es que es inevitable ese momento en el que no queda otro remedio más que detener el coche, visualizar el terreno y en muchas ocasiones, hacer virguerías, conjuros y hasta posiciones de yoga para lograr aparcar el coche en los lugares más insospechados. Así que para que tu conducción sea eficiente y agradable de principio a fin, te dejamos unos consejos para aparcar tu coche de la manera más fácil posible. Eso sí, no olvides que tu destreza al volante irá en aumento en proporción a tu práctica.
- Conocer las dimensiones del vehículo
Es primordial tener un adecuado sentido del espacio. Tenemos que conocer las proporciones de nuestro coche para calcular si el sitio que hemos encontrado es suficiente para aparcar nuestro vehículo. Es preferible buscar otro lugar para aparcar a dejar que la comodidad y la terquedad nos hagan creer que los sitios pueden cambiar de tamaño a nuestro antojo.
Aparcar en línea consiste en ubicar el coche a lo largo de la vía, de manera paralela a la calzada. Para ello, hemos de tener una serie de referencias que nos ayudaran a hacerlo de forma eficaz. Hemos de sobrepasar el lugar de aparcamiento en cuestión, señalizando la maniobra y situándonos al lado del coche que esté aparcado justo delante.
Comprobamos que nuestra rueda trasera coincida con su parachoques,giramos el volante hacia la derecha y damos marcha atrás hasta que nuestro coche se encuentre a unos 45º de ángulo. Giramos el volante hacia la izquierda y damos marcha atrás de nuevo hasta finalizar la maniobra. Es posible que tengamos que ir hacia adelante para completar el aparcamiento.
Aparcar en batería, al contrario que en línea, se trata de situar nuestro coche de manera perpendicular al borde de la calzada, es decir, aparcar en “L”. Una vez que señalizamos nuestra intención de aparcar y situamos la parte trasera de nuestro coche con la línea del lateral del hueco en donde queremos ponerlo, giramos el volante hacia la derecha y retrocedemos hasta que el frontal del vehículo esté hacia la calzada y la parte posterior hacia la acera. Rectificamos la posición de las ruedas y vamos marcha atrás hasta dejar el coche correctamente aparcado.
Aparcar es una maniobra imprescindible cada vez que arrancamos nuestro coche. Afortunadamente, es un ejercicio mecánico que dominaremos con el tiempo, a través de nuestra destreza visual, de nuestra paciencia y, sobre todo, lanzándonos a disfrutar de nuestra vida sobre ruedas.